La pastoral con personas homosexuales debe basarse en la verdad del Evangelio, sobre todo "de parte de los clérigos que hablan en nombre de la Iglesia", señaló el Cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en respuesta al P. James Martin, sacerdote que aprueba las relaciones entre personas del mismo sexo.
"La Iglesia Católica ha sido criticada por muchos, incluyendo algunos de sus propios seguidores, por su respuesta pastoral a la comunidad LGBT. Esta crítica merece una respuesta: no para defender las prácticas de la Iglesia sin pensar, sino para determinar si nosotros, como discípulos del Señor, estamos llegando efectivamente a un grupo necesitado", señaló.
En ese sentido, en un artículo publicado en The Wall Street Journal, el Purpurado se refirió al sacerdote jesuita, "uno de los críticos más abiertos al mensaje de la iglesia con respecto a la sexualidad" y en cuyo libro "Construyendo un Puente" "repite la crítica común de que los católicos han severamente criticado la homosexualidad y descuidado la importancia de la integridad sexual entre todos sus seguidores".
El Cardenal Sarah indicó que "el P. Martin está en lo correcto al argumentar que no debe haber ningún doble rasero con respecto a la virtud de la castidad, que, por más desafiante que sea, es parte de las buenas nuevas de Jesucristo para todos los cristianos". Sin embargo, recordó, "para los solteros, sin importar sus atracciones, la fiel castidad requiere la abstención del sexo".
El Purpurado dijo "esto puede parecer un estándar alto, especialmente hoy en día. Sin embargo, sería contrario a la sabiduría y la bondad de Cristo exigir algo que no se puede lograr".
"Jesús nos llama a esta virtud porque Él ha hecho nuestros corazones para la pureza, así como él ha hecho nuestras mentes para la verdad. Con la gracia de Dios y nuestra perseverancia, la castidad no sólo es posible, sino que también será la fuente de la verdadera libertad", recordó.