BUENOS AIRES,
La Pastoral de Adicciones y Drogadependencia junto a Cáritas de la Diócesis de Quilmes, Argentina, manifestaron su respaldo al delegado episcopal del organismo, P. Jorge Cloro, que ha sido amenazado por narcotraficantes en varias ocasiones para que cese la ayuda a jóvenes adictos.
Asimismo, llamaron a defender la vida y reafirmaron la continuidad del trabajo en prevención y asistencia de las personas en adicciones.
Las amenazas al sacerdote de la Parroquia Espíritu Santo comenzaron a fines de 2016 cuando la comunidad comenzó un programa de actividades recreativas nocturnas para niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad social.
El P. Cloro junto a otros agentes pastorales salen por el barrio IAPI, ubicado en Bernal Oeste, a ofrecer juegos, deporte y música para que los chicos no se droguen. Hoy suman alrededor de 120 jóvenes.
El comunicado emitido el 30 de agosto explica que el martes 29 "dos personas en moto interceptaron a un agente pastoral de la parroquia" y le dijeron: "Gordo, que no se metan con la calle. Decíle al cura que solo haga misa". A la agresión verbal dirigida al P. Cloro, el mismo día, tres neumáticos de su auto reventaron por tajos hechos con objetos punzantes.
"No es la primera vez que miembros de nuestra Iglesia diocesana son amenazados por trabajar en la prevención y la atención de personas con problemas de adicciones. Sabemos de la metodología de los narcotraficantes, quienes se esconden en nuestros barrios, matando literalmente a nuestros jóvenes", describe el comunicado.