SANTIAGO,
Hace poco más de un año el equipo de fútbol chileno Everton adoptó como parte de su rutina realizar una liturgia antes de cada partido. De esta forma, el P. Marcelo Catril ha mostrado a los jugadores y miembros del comando técnico al mejor de los guías, también en el deporte: Jesús.
Todo comenzó en junio de 2016 con la adquisición del 80 por ciento de las acciones de Everton por parte del Grupo Pachuca, inversionistas mexicanos que suelen instalar capillas en sus estadios así como imágenes de la Virgen María.
El P. Catril celebra una liturgia 90 minutos antes de cada partido. El sacerdote, que se define como hincha del Everton, es vicario parroquial de la Asunción de María, en el cerro Achupallas de Viña del Mar, un lugar conocido por el fanatismo futbolero de los lugareños.
El sacerdote explicó a ACI Prensa que ha logrado formar más que un equipo: "Hemos formado comunidad y hoy puedo decir que Dios va en sus vidas".
"Es una historia muy linda. Por qué no bendecirlos y orar con ellos si el mundo los sigue, por qué no estar ahí, en la primera línea con ellos. Ellos también merecen estar con el más grande de los entrenadores: Jesús que nos entrena para la vida, es nuestro preparador físico, técnico, espiritual, todo".
"El se preocupa de sus jugadores (fieles) estando en una cancha bastante dura, como es el mundo, y así nosotros también tenemos que prepararnos espiritualmente, para el partido de nuestras vidas, donde el éxito no está en meter goles, sino en ser felices", reflexionó el P. Catril.