VATICANO,
En la Misa de hoy por la clausura del Jubileo Arquidiocesano de Lima con motivo de los 400 años de la muerte de Santa Rosa de Lima, fue leída la carta enviada por el Papa Francisco a su enviado especial para esta celebración y Arzobispo Emérito de Quito (Ecuador), Cardenal Raúl Eduardo Vela Chiriboga.
En la carta, firmada el 27 de agosto, el Papa Francisco pidió al Cardenal Vela Chiriboga que exhorte "al pueblo congregado a una ferviente devoción a Santa Rosa de Lima, para que ella obtenga de Dios muchísimos favores en bien de toda la Arquidiócesis de Lima como también de los demás hombres, ya en las regiones del Perú, ya en toda la tierra".
Asimismo, pidió al Purpurado, quien presidió los actos solemnes en honor de Santa Rosa, que "demande con insistencia su patrocinio en favor del ministerio Petrino".
Al inicio de su misiva, el Santo Padre recordó a "la gloriosísima Santa Rosa de Lima, que creció como lirio entre las espinas, se hizo amigo del Señor desde la infancia, a tal punto que ya desde pequeña le consagró su virginidad y empezó a cultivar las virtudes".
"Desde entonces, inflamada por el ejemplo e intercesión de la Beatísima Virgen María y de Santa Catalina de Siena, ofreció completamente su vida a Dios, vistiendo el hábito de las Hermanas de la Tercera Orden regular de los Predicadores, entregada a la penitencia y a la oración y ardiendo de pasión amorosa por ganar para la vida eterna en Cristo a todos, pecadores e indígenas", prosigue la carta.
Asimismo, el Pontífice recordó el amor de Santa Rosa por "toda la creación", porque "como hija espiritual de Santo Domingo, invitaba frecuentemente a animales, flores, hierbas y a todo ser viviente a alabar al Creador".