VATICANO,
La Virgen María es Reina y Madre, una madre auténtica, cercana y tierna, que "nunca nos pierde de vista". Así lo aseguró el Papa Francisco en un nuevo video mensaje en ocasión del Jubileo por los 300 años de la coronación pontificia de la Virgen de Czestochowa en Polonia.
En el mensaje dado a conocer este 26 de agosto por la Oficina de Prensa del Vaticano, el Santo Padre resaltó que "es un gran honor tener por Madre a una Reina, la misma Reina de los Ángeles y de los Santos, que reina gloriosa en el cielo".
"Y da más alegría aún saber que tienen por Reina a una Madre, amar como Madre a aquella que llaman Señora. La sagrada imagen muestra efectivamente que María no es una Reina distante que se sienta en el trono, sino una Madre que abraza al Hijo y, con Él, a todos nosotros sus hijos".
La Virgen María, resaltó el Pontífice, "es una Madre verdadera, con el rostro marcado, una Madre que sufre porque toma realmente en su corazón los problemas de nuestra vida. Es una Madre cercana, que no nos pierde nunca de vista; es una Madre tierna, que nos lleva de la mano por el camino de cada día".
Francisco hizo votos para que la multitud de peregrinos que este sábado llegaron hasta el Santuario de Jasna Gora, donde está la Virgen de Czestochowa, puedan experimentar con María que "ninguno de nosotros está huérfano, porque cada uno tiene cerca de sí a una Madre, Reina insuperable en ternura".
Ella, continuó el Papa, "nos conoce y nos acompaña con su estilo típicamente materno: sutil y valiente al mismo tiempo; nunca intruso y siempre perseverante en el bien, paciente ante el mal y activo para promover la concordia".