Cada 22 de agosto la Iglesia Católica celebra la memoria de “Santa María, Reina de los cielos y la tierra”.
En algunos lugares, a esta efemérides se le concede el rango de fiesta, tal y como estaba establecido en el vetus ordo (ordenamiento previo al Concilio Vaticano II) por el Papa Pio XII. Después de la reforma conciliar, el día establecido para esta celebración universal pasó del 31 de mayo al 22 de agosto, con el rango de “memoria obligatoria”.
Realeza de la Santísima Virgen e institución de su fiesta
Fue el Venerable Papa Pío XII quien instituyó en 1954 un día dedicado a celebrar a María como reina de todo lo creado.
En la encíclica “Ad Caeli Reginam” (A la Reina del Cielo, n. 15), sobre la dignidad y realeza de María, Pío XII señalaba los siguiente: “Cristo, el nuevo Adán, es nuestro Rey no sólo por ser Hijo de Dios, sino también por ser nuestro Redentor… Así, según una cierta analogía, puede igualmente afirmarse que la Beatísima Virgen es Reina, no sólo por ser Madre de Dios, sino también por haber sido asociada cual nueva Eva al nuevo Adán”.