REDACCION CENTRAL,
En este último año varios obispos y sacerdotes de Australia han afirmado que preferirían ir a la cárcel antes que romper el secreto de confesión, tal como pretende exigirles una nueva ley.
Por tal motivo, ACI Prensa quiere recordar a cuatro valientes sacerdotes que defendieron al extremo el sigilo sacramental.
1. San Juan Nepomuceno
San Juan Nepomuceno fue un ejemplo de la protección al sigilo sacramental, siendo el primer mártir que prefirió morir antes que revelar el secreto de confesión.
Nació en Checoslovaquia entre los años 1340 y 1350, en Nepomuk.
Cuando fue Vicario General del Arzobispado de Praga, el santo fue confesor de Sofía de Baviera, la esposa del rey Wenceslao. Este último, que tenía ataques de cólera y de celos, ordenó al sacerdote que le revelara los pecados de su mujer. La negativa del santo enfureció a Wenceslao que amenazó con asesinarlo si no accedía a su pedido.