ASUNCIÓN,
La Iglesia Católica de Paraguay pidió a las autoridades nacionales, y en particular a las fuerzas públicas, "evitar amedrentamientos" en las manifestaciones que miles de campesinos han iniciado para exigir una solución a la crisis financiera que los aqueja.
"Al contrario, los debemos tratar como hermanos que buscan una vida mejor", afirmaron los Obispos en un mensaje titulado "Tierra, trabajo y condiciones para una vida plena", con fecha 11 de agosto.
Desde el 10 de julio grupos de campesinos se han movilizado en la capital de Paraguay, Asunción, frente a la sede del Congreso Nacional para exigir que se apruebe una ley de emergencia nacional y condonación de las deudas.
El Congreso había aprobado esta ley. Sin embargo, fue vetada por el Presidente Horacio Cartes, ya que el costo de la normativa puede superar los 3.200 millones de dólares, esto es aproximadamente el 25% del Presupuesto General de la Nación.
En un comunicado, los Obispos de Paraguay señalaron "no nos corresponde decir cuál es la medida económica y política exacta a seguir", pero "sí exhortamos vivamente a bajar los niveles de confrontación".
Animaron a "incluir a todos los sectores sociales, especialmente los cristianos comprometidos, para situar el diálogo en la búsqueda de soluciones ahora, a la inmediata ayuda de la emergencia campesina, y plantearse soluciones de fondo que traigan esperanza a nuestra gente".