ROMA,
La Iglesia en los Países Bajos, nombre oficial de Holanda, se mostró sorprendida por la decisión de la Fiscalía del país de no iniciar un proceso judicial contra los responsables de una película pornográfica grabada en el interior de un templo católico. La Fiscalía consideró que "la blasfemia no es delito".
La profanación de la iglesia, situada en la localidad de Tilburg y dedicada a San José, trascendió a principios de 2017 al hacerse público el video en el que dos actores mantienen relaciones sexuales en una calle pública situada detrás del templo y en el interior de un confesionario.
Según la Fiscalía, los hechos son "dañinos y una falta de respeto. Sin embargo, tras revisar el código penal, no hemos encontrado ningún delito. (En los Países Bajos) la blasfemia no es delito y no hay ninguna infracción".
El párroco de la iglesia profanada, P. Jan van Noorwegen, presidió un acto de desagravio en el que se roció con agua bendita el lugar sagrado. Los asesores legales de la Diócesis han desaconsejado recurrir al procedimiento civil por sus escasas posibilidades de éxito.
Los autores de la película pidieron perdón ante la polémica generada en el país, al mismo tiempo que se mostraron "felices de que los actores no sean juzgados". En cualquier caso, para hacer el video tuvieron que escalar un muro del recinto sagrado, algo que no tuvo en cuenta la Fiscalía a pesar de constituir un presunto caso de allanamiento.
El P. Van Noorwegen, finalmente, valoró las muestras de sensibilidad hacia el hecho religioso a raíz de esta profanación en un país profundamente secularizado, y emitió un mensaje conciliador.