ROMA,
Con una lluvia de pétalos de rosa blanca que simulan una "nevada", los católicos de Roma conmemoraron el "milagro" que dio lugar a la construcción de la Basílica de Santa María la Mayor, el primer templo cristiano dedicado a la Virgen María en Occidente.
Como parte de las celebraciones, este 5 de agosto a las 10:00 a.m. (hora local) fue celebrada una Misa en la que participó el Arcipreste de la Basílica de Santa María la Mayor, Cardenal Stanislaw Rylko. Durante el canto del Gloria las flores cayeron desde el techo del templo ante el deleite de los presentes, continuando así, una tradición de cerca de 1700 años y que aún se mantiene viva.
"La fiesta de la dedicación nos recuerda los orígenes de esta preciosa Basílica. La iniciativa de su construcción fue de la misma Virgen que se apareció ante el Papa Liberio a mediados del siglo IV. Fue entonces cuando María le indica la ubicación exacta construir el edificio de la iglesia: el Esquilino, donde ocurrió el conocido milagro de la nieve, el 5 de agosto. La basílica testimonia en particular la fe y el amor de tantas generaciones de cristianos a la Virgen María", indicó el Cardenal Rylko el 4 de agosto a Radio Vaticano.
El "milagro de la nieve" se remonta al 5 de agosto del año 358, durante el reinado del Papa Liberio, en el que el Pontífice, un patricio romano de nombre Juan y la esposa de este último, soñaron que la Virgen María le pedía construir una iglesia en el lugar donde encontrarían nieve fresca al día siguiente.
El sueño se produjo en la madrugada del 5 de agosto, pleno verano romano y cuando las probabilidades de nieve son remotas en la ciudad de Roma. La nevada tuvo lugar milagrosamente en la Colina del Esquilino, y en su perímetro se erigió una década después el primer templo dedicado a la Virgen María en Occidente. Luego, el Papa Sixto III construyó en el año 431 la iglesia tal como ahora se encuentra.