ROMA,
El Arzobispo caldeo católico de Erbil en Irak, Mons. Bashar Warda, advirtió que el año que viene "podría resultar ser el más peligroso para nosotros desde el comienzo de esta crisis", detonada por el grupo terrorista Estado Islámico en 2014.
En un artículo titulado "El futuro amenazado del cristianismo en Irak", publicado en el diario estadounidense The Washington Times, Mons. Warda indicó que "desearía poder decirles que nuestra crisis en Irak ha pasado, que nuestro pueblo puede regresar a salvo a sus hogares y que nuestros problemas ya han sido resueltos. Pero este no es el caso".
En 2014, el Estado Islámico, conocido también por sus siglas ISIS o Daesh, proclamó un califato e invadió importantes ciudades de Siria e Irak, entre ellas Mosul y las planicies de Nínive, habitadas por gran número de cristianos.
Los cristianos fueron obligados a huir o ser perseguidos hasta la muerte, y sus hogares fueron saqueados. Muchas mujeres cristianas y de otras minorías, como las yazidíes, fueron secuestradas y usadas como esclavas sexuales.
Muchos cristianos lograron refugiarse en la región del Kurdistán iraquí –que busca desde hace muchos años su independencia de Irak–, especialmente en su capital, Erbil, cuya Arquidiócesis gobierna pastoralmente Mons. Bashar Warda.
Los templos cristianos en las regiones invadidas por el Estado Islámico fueron usados como centros de entrenamiento, usando a las imágenes como blancos, e incluso como cárceles para retener y violar a sus esclavas sexuales.