CARACAS,
"La gente espera, con sobrado derecho y razón, que el sacerdote sea 'un hombre de Dios", afirmó el Arzobispo de Caracas (Venezuela), Cardenal Jorge Urosa Savino, durante la ceremonia de ordenación de 7 nuevos presbíteros a quienes recordó que por su cercanía a Cristo, por su consagración, están "llamados especialmente a ser santos".
"Sin duda, mis queridos hermanos el ideal de la vida sacerdotal es alto, excelso y exigente. Es bellísimo, y nosotros hemos de dar gracias a Dios por esta vocación tan hermosa", expresó el Purpurado en la iglesia de La Chiquinquirá el pasado 22 de julio al ordenar a los nuevos presbíteros Gabriel Crespo, Humberto Figueroa, Luis García, Alejandro Keri, Mario Mardueño, Miguel Ángel Morales, y Jesús Sánchez.
Sin embargo, recordó que el ser humano es frágil, tiene sus limitaciones y debilidades. Por ello, dio a los nuevos sacerdotes una serie de consejos.
"El sacerdote –aconsejó– debe tener una piedad seria, sólida, consistente, basada en el amor a Dios y manifestada en la oración frecuente, permanente, en los ejercicios de piedad a lo largo de todo el día: la meditación, el Rosario, el rezo del Oficio divino, la visita al Santísimo, la Misa diaria celebrada con devoción e intensa fe, con seriedad y atención a lo que realizamos".
"Ese es el camino de la santidad, que es también el camino de la felicidad", afirmó el Cardenal Urosa, que insistió en la importancia de buscar la santidad.
"De la búsqueda de la santidad, de la observancia de los mandamientos, de la práctica de las virtudes y consejos evangélicos dependerá su felicidad, su realización personal, su éxito pastoral, su alegría en el ministerio, ahora y hasta el final de sus días. Y quiero recordar esto a mis hermanos sacerdotes aquí presentes".