LONDRES,
Los padres del bebé Charlie Gard finalizaron hoy la larga batalla legal para llevar a su hijo a Estados Unidos para un tratamiento experimental, pues los últimos análisis revelaron que su salud se ha deteriorado hasta un punto "sin retorno".
En un mensaje difundido hoy, Chris Gard y Connie Yates señalaron que "como dedicados y amorosos padres de Charlie, hemos decidido que ya no es el mejor interés para Charlie seguir buscando un tratamiento y dejaremos ir a nuestro hijo y que esté con los ángeles".
Charlie Gard, hoy de 11 meses, fue internado en septiembre de 2016 en el hospital Great Ormond Street de Londres (Reino Unido). En el centro médico le diagnosticaron el síndrome de agotamiento mitocondrial, una rara enfermedad genética que causa debilidad muscular progresiva y puede provocar su muerte en el primer año de vida.
En abril de este año, a pedido del hospital británico, un juez ordenó que se detenga el soporte vital a Charlie. Sus padres apelaron sin éxito hasta llegar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que dio la razón al centro médico.
Para entonces, los padres de Charlie habían recaudado más de un millón de dólares para llevarlo a Estados Unidos y reciba un tratamiento experimental que podría mejorar su salud.
En julio de este año, el Vaticano señaló que "el Santo Padre sigue con afecto y conmoción el caso del pequeño Charlie Gard", e indicó que el Papa Francisco pidió que se respete la voluntad de los padres del bebé.