BUENOS AIRES,
Una inesperada llamada telefónica del Papa Francisco recibió Maximiliano Acuña, un recolector de basura en Buenos Aires, Argentina, que sufrió un grave accidente que lo dejó sin piernas.
En la llamada, el Santo Padre lo animó a seguir "siempre para adelante, que sos un ejemplo".
El 22 de marzo Acuña, de 33 años y padre de 5 hijos, estaba recolectando la basura en un barrio de Buenos Aires, cuando fue embestido por un auto que iba a 130 kilómetros por hora.
Producto del accidente tuvieron que amputarle ambas piernas.
El legislador porteño, Gustavo Vera, decidió contarle lo sucedido al Papa Francisco a través de un correo electrónico, donde explicó que "el pronóstico de los médicos era el peor".
"En el mejor de los casos quedaba en estado vegetativo o con serios daños neuronales y en el peor de los casos era el final", contó Vera al Santo Padre.