SANTIAGO,
Hace unos días comenzó el meticuloso proceso de catalogación y preservación de alrededor de seis mil documentos del Archivo Histórico del Arzobispado de Antofagasta, en el norte de Chile, que estaban ubicados en la bóveda de la arquidiócesis.
En esta primera etapa, se realiza el registro de cada documento bajo la normativa internacional a cargo del equipo de la Unidad de Conservación y Museografía del Patrimonio Cultural de la Universidad de Antofagasta compuesta por el encargado de Colecciones Arqueológicas, Julio Cruz Barahona; el doctor en Ciencias Antropológicas, Agustín Llagostera Martínez; y el historiador y académico, Carlos Araya Guerrero.
Las seis mil piezas se encuentran en el taller de Conservación Museográfica de la casa de estudios, donde se continuará con el catastro y se definirá si se procede con la restauración, conservación o almacenamiento en condiciones óptimas de temperatura, humedad, luz y presión.
El archivo contiene textos, planos y fotografías eclesiales y cívicos desde los inicios de la ciudad como por ejemplo: libros del vicariato, del arzobispado, del obispado, planos que datan del 1600, acuerdos de las congregaciones religiosas para dirigir instituciones sociales como hogares de ancianos y algunos colegios, entre otros.
La preservación de los documentos responde al convenio firmado en mayo de 2016 por el rector de la Universidad de Antofagasta, Luis Alberto Loyola Morales y el entonces Arzobispo de Antofagasta, Mons. Pablo Lizama Riquelme. La propiedad legal sigue en manos de la arquidiócesis.
En conversación con ACI Prensa el académico Carlos Araya explicó que el registro de los archivos llevará por nombre "Índice Bibliográfico del Fondo Documental Monseñor Pablo Lizama Riquelme del Archivo Histórico del Arzobispado de Antofagasta", para reconocer a Mons. Lizama que fue quien alentó el rescate del tesoro regional.