SANTIAGO,
La vida de Fray Andrés fue la que inspiró la reflexión, tan antigua como actual, de la problemática migratoria en Chile; cuyos desafíos pasan por mejorar las políticas públicas, pero sobre todo porque los cristianos se liberen de prejuicios, acojan y valoren al hermano extranjero desde la misericordia.
Estas conclusiones se derivaron del encuentro entre distintos expositores del mundo religioso y político en el seminario "Fray Andresito, el migrante: Actualización y desafíos en el Chile de hoy" realizado el 7 de julio, en la Iglesia Recoleta franciscana (Santiago), donde se encuentra la tumba del Venerable fallecido en 1853.
Uno de los expositores del seminario, el Vicario Provincial de la Orden Franciscana en Chile, P. Isauro Covili, manifestó que "los migrantes nos interpelan", "nos enrostran los prejuicios que tenemos" y "nos colocan en movimiento".
El P. Covili recordó que la "historia de los pueblos son fruto de la movilidad humana" y hoy "los hermanos migrantes nos desafían a ser acogedores, respetuosos, a valorar e integrarlos desde su cultura y riqueza, no como amenaza".
"Y creo que la respuesta es la misericordia. Porque las instituciones incorporan a las personas desde un marco jurídico, pero es necesario que sobre todo el mundo cristiano, desde la fe, nos vinculemos con ellos y seamos capaces de reconocer el rostro de Jesús, en el rostro y la vida del hermano extranjero", agregó.