MANILA,
En medio de la violencia desatada en Marawi por un grupo terrorista vinculado al Estado Islámico (ISIS), los Obispos de Filipinas aseguraron que "ninguna religión enseña a matar gente inocente" y pidieron que se detenga la violencia en la región.
El grupo extremista musulmán Maute, que juró lealtad a ISIS, ha desatado una ola de violencia en la región de Marawi, al sur de Filipinas, una localidad de mayoría musulmana. En mayo de este año, los terroristas secuestraron a un sacerdote y fieles católicos e incendiaron la catedral de la ciudad.
Una reciente operación militar acabó con la vida de 381 terroristas musulmanes. De acuerdo a las autoridades, quedarían aún alrededir de 100 extremistas con vida, que mantienen secuestrados a civiles, incluidos niños.
En un comunicado publicado el 10 de julio, al culminar su 115 Asamblea General, los Obispos de Filipinas expresaron que "condenamos en los términos más fuertes posibles" las acciones del "grupo extremista violento Maute en Marawi".
"Sus líderes y miembros han jurado lealtad a ISIS. Ellos han contradicho los principios fundamentales del Islam al secuestrar y hostigar, mutilar y matar a inocentes", indicaron.
"Creemos que la guerra en Marawi no es religiosa", señalaron, pues "hemos escuchado y leído historias verdaderamente sorprendentes de cómo musulmanes han protegido y ayudado a cristianos a escapar de una muerte casi segura. Incluso ahora, cristianos están ayudando a miles de musulmanes que han huido de Marawi por seguridad".