ROMA,
Un sacerdote decidió cerrar el campo de fútbol contiguo a su parroquia debido a la gran cantidad de groserías y blasfemias que se oye allí, además de las botellas que los jóvenes jugadores dejaban al final de los encuentros deportivos.
El P. Adriano Príncipe, párroco de la iglesia de San Rocco en el municipio de Avezzano en la provincia italiana de L'Aquila, decidió cerrar durante una semana el lugar.
Por ello colocó el siguiente letrero: "A causa de las blasfemias oídas y de las botellas arrojadas, el campo estará cerrado durante esta semana".
El sacerdote dijo a un medio local que "el año pasado hice algo parecido. En esa ocasión el mensaje fue 'Bottiglia buttata, partita saltata. Bestemmia udita, partita finita' (Botella botada, partido evitado. Blasfemia oída, partido terminado)".
El P. Príncipe señala además que "no me parece justo ni respetuoso que los muchachos que vienen al campo de la iglesia se comporten así".
El párroco resaltó finalmente que "al cerrar el campo por una semana, quiero que tengan el tiempo de razonar sobre la actitud que tienen. Para ellos será una lección de vida".