VATICANO,
El Papa Francisco "sigue con afecto y conmoción" el caso del bebé Charlie Gard, que sufre una enfermedad terminal y a quien se le desconectará el soporte vital en los próximos días contra la voluntad de sus padres, pero con el permiso del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
El Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Greg Burke, aseguró en un comunicado que "el Santo Padre sigue con afecto y conmoción el caso del pequeño Charlie Gard y expresa su cercanía a sus padres".
Charlie, actualmente de 10 meses, ha sido diagnosticado con el síndrome de agotamiento mitocondrial, una rara enfermedad genética que padecen muy pocos niños en el mundo. El mal causa debilidad muscular progresiva y puede causar la muerte en el primer año de vida.
Los padres del bebé, Chris Gard y Connie Yates, realizaron exitosamente una recaudación de fondos de más de un millón de dólares para llevar a su hijo a Estados Unidos, para someterlo a un tratamiento experimental. Los médicos del hospital Great Ormond Street, de Londres (Reino Unido), se opusieron y determinaron que sería desconectado.
Chris Gard y Connie Yates junto al pequeño Charlie.