LONDRES,
Charlie Gard, un bebé británico de diez meses que padece una enfermedad terminal, será desconectado en los próximos días, luego de que fracasara la larga lucha legal de sus padres para evitar este desenlace.
Charlie ha sido diagnosticado con el síndrome de agotamiento mitocondrial, una rara enfermedad genética que padecen muy pocos niños en el mundo. El mal causa debilidad muscular progresiva y puede causar la muerte en el primer año de vida.
Los padres del bebé, Chris Gard y Connie Yates, realizaron exitosamente una recaudación de fondos de más de un millón de dólares para llevar a su hijo a Estados Unidos, para someterlo a un tratamiento experimental. Los médicos del hospital Great Ormond Street, de Londres (Reino Unido), se opusieron y determinaron que sería desconectado.
Chris y Connie comenzaron una batalla legal que acabó el 27 de junio, con un fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos favorable al hospital y a los juzgados británicos, considerando "inadmisible" la apelación de los padres del bebé.
Chris Gard y Connie Yates junto al pequeño Charlie.