Un médico de Planned Parenthood, en Estados Unidos, le habría confesado a una mujer a la que le iba a practicar un aborto que deseaba "romper" el cuello del bebé, en caso naciera vivo.
Así lo denunció un video recientemente difundido por la organización Pro-Life Action Ministries.
Una acción de este tipo es considerada una violación de la ley estatal federal y del estado de Minnesota, donde se encuentra la instalación de St. Louis en la que ocurrió el hecho.
En el video, la mujer afirma haber tenido miedo al entrar a la clínica. Sin embargo, ningún miembro del personal le ofreció algún tipo de consuelo y no se le permitió tener acompañamiento.
Según la mujer, en el momento en que se arrepintió de abortar uno los abortistas miró al otro, luego miró a su cliente, y dijo: "Si tuviéramos que proceder con el aborto y el bebé fuera a salir todavía vivo y activo, lo más probable es que romperemos el cuello del bebé".
El video también describe cómo en el primero de los dos días del procedimiento, el abortista luchó para insertar una enorme aguja e inyectar digoxina en el corazón del bebé con el fin de terminar con su vida, pero este finalmente sobrevivió.