VATICANO,
En su última catequesis antes de las vacaciones estivales, el Papa Francisco habló de las virtudes que tiene que tener un verdadero cristiano, entre ellas la humildad y la pobreza, y puso de modelo a los mártires que dan su vida por el Evangelio.
Francisco afirmó que la "pobreza" es la primera indicación y recordó cómo Jesús envía a los suyos en misión. "Un cristiano que no sea humilde y pobre, despegado de las riquezas y del poder y sobre todo despegado de sí, no se asemeja a Jesús".
"Los cristianos aman, pero no siempre son amados", aseguró el Pontífice. "Desde el principio Jesús nos pone delante de esta realidad. En una medida más o menos fuerte, la confesión de la fe viene dada en un clima de hostilidad".
La catequesis de esta última Audiencia General de los miércoles llevó por título "La esperanza cristiana es la fuerza de los mártires".
"Los cristianos –continuó- son hombres y mujeres 'contracorriente'. Es normal: porque el mundo está marcado por el pecado, que se manifiesta en varias formas de egoísmo y de injusticia. Quien sigue a Cristo camina en dirección contraria, no por un espíritu polémico, sino por fidelidad a la lógica del Reino de Dios, que es una lógica de esperanza, y se traduce en el estilo de vida basado en las indicaciones de Jesús".
"El cristiano recorre su camino en este mundo con lo esencial del camino, pero con el corazón lleno de amor. La verdadera derrota para él o para ella es caer en la tentación de la venganza y de la violencia, respondiendo al mal con el mal".