CORDOBA,
El Obispo de Córdoba en España, Mons. Demetrio Fernández, afirmó en su carta pastoral semanal que el corazón de Dios solo es amor y en él "todos tenemos un lugar".
En la misiva de esta semana publicada el 22 de junio, el Prelado español se refirió a la celebración de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús y resaltó que Dios "nos ama infinitamente, conoce nuestra debilidad y tiene misericordia de nosotros. En el corazón de Dios todos tenemos un lugar, nadie se sienta excluido de ese amor que nos ha creado y nos ha redimido, haciéndonos hijos suyos".
"En su Hijo Jesucristo, Dios se ha hecho carne, con un corazón humano como el nuestro. Jesús nos acerca ese amor de Dios, nos hace sensible un amor sin medida, que nos ama hasta el extremo, que se compadece de nosotros, que ama y sufre".
En el Corazón de Cristo, destacó el Obispo, "se resume simbólicamente todo el cristianismo, que es la religión del amor. No existe otro motivo en el corazón de Dios. Solo el amor. Ni envidia, ni odio, ni venganza. Solo amor. Y eso es lo que quiere Dios en nuestro corazón, que solo haya amor, aunque dada nuestra debilidad se nos cuelan otros sentimientos que hacen nuestro corazón impuro".
"En el Corazón de Cristo se entrecruzan varios caminos: Dios que nos ama dándonos a su Hijo único. El Hijo que ama a su Padre con un amor desbordante, también en representación de toda la humanidad y en reparación de todos nuestros desamores y nuestras ofensas".
Mons. Fernández recordó luego que San Francisco de Asís solía gritar, entre lágrimas, que "el Amor no es amado". Al "que ama de verdad –continuó el Obispo de Córdoba– el pecado del mundo le toca el corazón, porque percibe en él un desprecio hacia Dios, que es Amor y solo Amor. De ahí brota el deseo de amarle más a Aquel que es ofendido, el deseo de reparar las ofensas de todo el mundo".