Conoce a los 2 sacerdotes a quienes el Papa rindió homenaje en su último viaje

En 1920 fue designado por el Obispo de Cremona como párroco de la provincia de Cicognara. En su ministerio sacerdotal destacó por su clara oposición al fascismo.

En 1932 fue enviado a la localidad de Bozzolo. Allí comenzó a escribir algunas de sus obras como "La más linda aventura", "Es tiempo de creer", y "Reinando con Cristo", en las que plasmó la necesidad de llevar el mensaje del Evangelio a quienes están más lejos de la fe y defendió la idea de que la sociedad italiana tenía que reformarse moral y culturalmente.

También dio apoyo moral a la resistencia partisana, un movimiento armado que estaba en contra del fascismo y la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Según Korazym, muchos católicos participaron en la resistencia e incluso algunos rcibieron medallas por su valentía.

En medio de la resistencia, el P. Primo Mazzolari escribió varios textos donde condenaba la dictadura y destacaba la importancia de la democracia y la defensa de la dignidad humana.

El sacerdote también escondió a judíos de los nazis. En 1943 logró que una familia judía en Bozzolo se ocultara fuera de la ciudad para que no fueran expulsados.

Por su apoyo a la resistencia fue arrestado en tres ocasiones y tuvo que ocultarse porque la SS, la policía secreta de los nazis, lo buscaba para capturarlo.

Tras la liberación de Italia en 1945, al finalizar la guerra, se dedicó a enseñar a los jóvenes la importancia de la democracia. En 1949 fundó un periódico llamado Adesso con el fin de evangelizar a los pobres y campesinos.

En 1954 el Santo Oficio, que luego cambiaría de nombre a la Congregación para la Doctrina de la Fe, le prohibió escribir y predicar fuera de la diócesis de Cremona.

A pesar de esta medida, el sacerdote sintió el deber moral de no dejar de escribir y publicó un año después de forma anónima el texto "No Matarás", donde habla sobre la guerra y la paz.

En los años siguientes la Iglesia Católica comenzó a reconocer la importancia de sus aportes y críticas. En noviembre de 1957 el entonces Arzobispo de Milán, Cardenal Giovanni Battista Montini, lo invitó a predicar en su diócesis. Cuando fue elegido a la Sede de Pedro y se convirtió en el Papa Pablo VI, dijo que el P. Mazzolari "caminaba adelante con un paso largo, y con frecuencia no se le podía seguir el ritmo. Y así sufrió él y hemos sufrido también nosotros. Es el destino de los profetas'".

También en febrero 1959 el Papa San Juan XXIII lo recibió en audiencia privada y lo llamó "La trompeta del Espíritu Santo en el valle del Po", aludiendo a la llanura que se extiende a través de la región de Lombardía donde vivía el sacerdote.

Dos meses después de la visita la Papa, "El párroco de Italia" partió a la casa del Padre a los

69 años de edad.

Durante la visita del Papa Francisco a Bozzolo, el Obispo de Cremona, Mons. Antonio Napolioni, anunció que el próximo 18 de septiembre se abrirá el proceso de beatificación del sacerdote.

Un educador para los pobres

El otro sacerdote italiano cuya tumba visitó el Papa Francisco el 20 de junio es el P. Lorenzo Milani que se destacó por su labor educativa a favor de los pobres.

El P. Lorenzo Milani nació en 1923 en la ciudad de Florencia, ubicada en la región de Toscana, en el seno de una familia rica y atea.

Mientras estudiaba arte se interesó por las pinturas que retrataban temas católicos y conoció a un sacerdote llamado Raffaello Bensi que lo ayudó en su proceso de conversión. El P. Bensi se convertiría en su director espiritual.

En 1947, Milani fue ordenado sacerdote y fue enviado a la parroquia de San Donato en la localidad de Calenzano. Allí se conmovió ante la pobreza de la gente y abrió su primera "escuela popular" que funcionaba en las tardes y estaba dirigida a todos los niños sin distinción de clase social ni religión.

Fue asignado luego como párroco a la pequeña localidad de Barbiana, donde la gente era aún más pobre que en Calenzano. Allí también impartía clases a los niños en las tardes hasta que en 1956 decidió abrir una escuela a tiempo completo para darles formación industrial.

Según la biografía del sacerdote publicada en el sitio web de la Fundación Don Lorenzo Milani, el joven presbítero consideraba que la educación era una herramienta para que los niños pobres tuvieran la oportunidad de un mejor futuro y desarrollen un sentido crítico de la sociedad, para que no se dejaran engañar ni discriminar.

Entre sus libros destacados están "Experiencias Pastorales", publicado en 1958, y "Carta a una Maestra", publicado en 1967. En este último texto el sacerdote reunió los escritos de sus estudiantes. El libro trata sobre la importancia de fomentar el progreso y el desarrollo de los talentos.

Murió en 1967 a los 44 años a causa de un cáncer linfático.
Este 20 de junio durante su visita a Barbiana, tras rezar ante la tumba del P. Milani, el Papa Francisco escribió el siguiente mensaje: "Agradezco a Dios por habernos dado sacerdotes como don Milani".

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