VATICANO,
La pequeña visita del Papa Francisco a Barbiana (Florencia) culminó en la iglesia de la localidad con el saludo a diversas personas después de rezar en privado ante la tumba de don Lorenzo Milani. Habló a los educadores, jóvenes y sacerdotes, y los invitó a amar a la Iglesia y donarse a Dios.
"Una fe total que se convierte en un donarse completamente al Señor y que en el misterio sacerdotal encuentra la forma plena y realizada para el joven convertido".
El Papa advirtió a los sacerdotes presentes de que "sin sed del Absoluto se puede ser buenos funcionarios de lo sagrado, pero no se puede ser sacerdotes capaces de ser servidores de Cristo en los hermanos".
De esta manera, los invitó a ser "hombres de fe, una fe franca, no aguada; y hombres de caridad, caridad pastoral hacia todos aquellos que el Señor nos confía como hermanos e hijos".
"Amemos a la Iglesia, queridos hermanos, y hagámosla amar, mostrándola como madre premurosa de todos, sobre todo de los más pobres y frágiles, tanto en la vida social como en la persona y religiosa".
Pero el Papa también explicó el motivo de su visita: "he venido a Barbiana para rendir homenaje a la memoria de un sacerdote que ha testimoniado como en el don de su sí a Cristo se encuentran los hermanos en sus necesidades y se sirve, para que sea defendida y promovida su dignidad de personas, con la misma donación que Jesús nos ha mostrado hasta la cruz".