Los 5 países de América Latina donde ocurrieron milagros eucarísticos

El milagro consistió en una sustancia rojiza que fluyó de una hostia consagrada durante una Misa. Tras las investigaciones científicas realizadas por el Dr. Castañón Gómez, se descubrió que la sustancia rojiza correspondía a sangre con hemoglobina y ADN de origen humano; que provenía del interior de la hostia; y que contenía tipo de sangre AB similar al hallado en la hostia de Lancia y la Sábana Santa de Turín.

Las conclusiones de los científicos y el comité teológico fueron que el acontecimiento "no tiene una explicación natural, ni origen paranormal y que no puede imputarse a la manipulación del enemigo".

Colombia

El 31 de enero de 1906 ocurrió un maremoto en las costas del Pacífico que causó grandes daños en varias zonas. No obstante, la isla colombiana de Tumaco sobrevivió a la catástrofe debido a la fe de sus habitantes y a la bendición que impartió el P. Gerardo Larrondo con el Santísimo Sacramento.

Aquel día el sacerdote exclamó: "¡Vamos hijos míos, vamos todos a la playa y que Dios tenga piedad de nosotros!". Cuando la ola se acercó a él y sus feligreses, realizó la bendición con la custodia y el Santísimo haciendo la señal de la cruz. Pronto la gente empezó a gritar "¡Milagro!", las olas fueron detenidas por una fuerza invisible y el mar regresó a la normalidad.

Argentina

En la capital Buenos Aires ocurrieron tres milagros eucarísticos en los años 1992, 1994 y 1996 al interior de la parroquia de Santa María de Buenos Aires.

En 1992 el sacerdote guardó algunos fragmentos de hostia consagrada en un recipiente con agua, que luego fue puesto en el sagrario para que se disolvieran. No obstante, siete días después los fragmentos tenían un color con apariencia de sangre. El domingo siguiente, durante dos Misas, se vieron pequeñas gotas de sangre en las patenas con las que los sacerdotes daban la comunión.

Luego, en 1994 durante la Misa de niños, el ministro de la Eucaristía sostenía el copón y vio una gota de sangre que fluía en la pared.

En 1996, durante la Misa de la Asunción, una hostia consagrada que se había caído fue colocada en un recipiente con agua para que se disolviera. A los pocos días se había transformado en Sangre.

El Dr. Ricardo Castañón fue llamado por el entonces Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Mario Bergoglio (hoy Papa Francisco), para que analizara el milagro del 15 de agosto de 1996.

Este dijo lo siguiente: "En 2001 acudí con las muestra al Dr. Linoli que identificó las células blancas y me dijo que era muy probable que las muestras correspondieran al tejido del corazón. Los resultados obtenidos con las muestras eran similares a los de los estudios realizados con la hostia del milagro de Lanciano".

"En 2002 enviamos la muestra al Dr. John Walker, a la Universidad de Sídney en Australia, que confirmó que las muestras tenías células musculares y glóbulos blancos intactos y todos saben que los glóbulos blancos, 15 minutos después de estar fuera de nuestro cuerpo, se desintegran y caso ya habían pasado 6 años", explicó.

Venezuela

El 8 de diciembre de 1991 el P. Otty Ossa Aristizábal celebró Misa en la capilla del Santuario de Betania en Cúa (estado de Miranda) y durante la consagración vio que la Hostia sangraba.

La Hostia milagrosa se conserva en la ciudad  de Los Teques en el convento de las Monjas Agustinas Recoletas del  Sagrado Corazón de Jesús, donde está expuesta permanentemente y recibe la visita cada año de muchísimos peregrinos.

Se han producido muchos acontecimientos prodigiosos relacionados con la hostia del milagro, entre ellos destaca el que le ocurrió a un joven americano que filmó cómo la Hostia milagrosa latía como un corazón mientras  se les mostraba a los fieles.

Perú

El milagro eucarístico sucedió en el distrito de Puerto Eten (Chiclayo) en 1649. Aquí, en una hostia que había sido expuesta para la adoración pública, apareció cerca de 15 minutos el Niño Jesús y tres corazones de color blanco que resplandecían unidos entre sí, simbolizando a la Santísima Trinidad.

La fiesta en su honor se celebra cada 12 de julio con el traslado de la imagen del Niño del Milagro desde su Santuario hasta el templo de la ciudad.

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