VATICANO,
Una de las principales misiones que tiene el cristiano es ser luz y sal para el mundo, y el Papa Francisco se refirió precisamente a ello en la Misa que celebró en Santa Marta al recordar lo que es capaz de hacer Dios en la vida de las personas.
El Pontífice invitó a no buscar las "seguridades artificiales" si no a tener como objetivo el anuncio del Evangelio que es "decisivo".
"En Jesús se cumple todo lo que ha sido prometido y por este Él es la plenitud", aseguró. "En Jesús no hay un 'no': siempre 'sí', por la gloria del Padre. Pero también nosotros participamos de este 'sí' de Jesús, porque Él nos ha conferido la unción, nos ha puesto el sello, nos ha dado el 'depósito' del Espíritu".
"Nosotros participamos porque somos ungidos, sellados y tenemos en la mano la seguridad. El Espíritu que nos llevará al 'sí' definitivo, también a nuestra plenitud. También, el mismo Espíritu nos ayudará a ser luz y sal, es decir, el Espíritu que nos lleva al testimonio cristiano".
El Papa afirmó que "el testimonio cristiano" es "sal y luz". "Luz para iluminar, y quien esconde la luz hace un contra-testimonio". "Tiene luz, pero no la dona, no la hace ver y si no la hacer ver no glorifica al Padre que está en los cielos". Y "tiene la sal, pero la toma para sí mismo y no la dona para que se evite la corrupción".
Así, destacó que "lo superfluo proviene del maligno" y, al contrario, "la actitud de la seguridad y del testimonio es lo que el Señor ha confiado a la Iglesia y a todos nosotros bautizados".