CARACAS,
El Presidente Nicolás Maduro es quien genera la violencia en Venezuela y "no quiere ningún diálogo", afirmó Mons. Roberto Lückert, presidente de la comisión episcopal de Justicia y Paz, al recordar que el Papa Francisco "ha sido muy claro" sobre cuál es el camino para superar la grave crisis que enfrenta el país.
Mons. Lückert se pronunció luego de que Maduro anunciara a través de la televisión estatal que este lunes enviaría una carta al Pontífice para pedirle "que sirva de intermediario para que la oposición venezolana deje de utilizar niños y niñas en actos violentos y en grupos terroristas".
"Él (Maduro) no quiere ningún diálogo. Cuando vino el enviado del Papa se acordó varias cosas. Primero, elecciones universales y secretas; segundo, libertad de los presos políticos. Eso no lo cumplió el gobierno. Lo que se pactó en la primera versión del diálogo, ellos no lo respetaron. No sé qué más va a hacer el pobre Papa", expresó el también Arzobispo emérito de Coro.
Mons. Lückert se refirió a la mesa de diálogo entre el gobierno y la oposición realizada en octubre y noviembre del año pasado y que fue auspiciada por la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR). El Vaticano estuvo presente como facilitador a través de Mons. Claudio María Celli.
En conversación con ACI Prensa, el Arzobispo señaló que "el Papa ha sido muy claro y ya se manifestó en las declaraciones que dio con ocasión de la visita (al Vaticano) de la directiva de la Conferencia Episcopal Venezolana la semana pasada". "Lo primordial que el Papa está pidiendo es elecciones universales y secretas lo más pronto posible para terminar esta crisis democrática que tiene el país", afirmó.
Indicó que Francisco es consciente de que el problema en Venezuela es "demasiado grave". "No solo en el tema de la violencia, sino en el caso humanitario. No hay comida, no hay medicinas (…). A Maduro se le escapó el país de las manos", señaló.