VATICANO,
En su catequesis de la Audiencia General del miércoles, el Papa Francisco animó a los cristianos a dirigirse a Dios como a un padre, ya que "no hay ningún padre en este mundo que nos ame como Él".
En su catequesis, el Santo Padre explicó el significado de la oración que Jesús enseñó a sus discípulos, el Padre Nuestro, "la oración cristiana por excelencia". En este sentido, Francisco destacó la "simple invocación" con la que comienza: "Padre".
El Pontífice destacó que los discípulos de Jesús "estaban asombrados por el hecho de que, especialmente durante la mañana y la noche, se retirara a rezar y se sumergiera en la oración". Por este motivo, "un día le pidieron que les enseñara también a ellos a rezar". Es entonces cuando el Señor les enseña el Padre Nuestro.
"Todo el misterio de la oración cristiana se resume aquí, en esa palabra. Se necesita valentía para llamar a Dios con el nombre de Padre. Lo afirma también la liturgia cuando, invitándonos al rezo comunitario de la oración de Jesús, utiliza la expresión 'nos atrevemos a decir'".
El Obispo de Roma hizo hincapié en lo extraordinario de llamar "padre" a Dios, porque "llamar a Dios con el nombre de Padre no es en absoluto un hecho habitual. Podemos inclinarnos a utilizar un título más elevado, uno que nos parezca más respetuoso con su trascendencia. Sin embargo, invocarlo como 'Padre' nos sitúa en una relación de confianza con Él, como un niño que se dirige a su padre sabiéndose amado y cuidado por él".
Llamar a Dios Padre, nos revela "el misterio de Dios, que siempre nos fascina y nos hace sentirnos pequeños, pero que nunca nos produce miedo, que no nos desalienta, que no nos angustia. Esta es una revolución difícil de asumir en nuestro ánimo humano".