VATICANO,
Durante la Vigilia Ecuménica de Pentecostés, el Papa Francisco aseguró que "la obra del Espíritu Santo transforma hombres cerrados a causa del miedo en valientes testigos de Jesús", como hizo por ejemplo con el apóstol Pedro, quien había negado tres veces a Cristo.
El Santo Padre presidió la vigilia en el Circo Máximo de Roma y en la que participaron más de 30 mil personas, la gran mayoría miembros de la Renovación Carismática Católica Mundial que este 2017 celebra su 50° aniversario de fundación.
Las celebraciones por el Jubileo de Oro de la Renovación Carismática se iniciaron en la Santa Sede el 31 de mayo con simposios, visitas a los centros de oración, entre otras actividades, y culminarán mañana con la Misa de Pentecostés que presidirá el Pontífice.
Ante los miles de fieles y miembros de otras confesiones cristianas, el Santo Padre recordó el pasaje de los Hechos de los Apóstoles que narra la llegada del Espíritu Santo al cenáculo, donde estaban reunidos los discípulos de Jesús. "Hoy estamos aquí como en un cenáculo pero a cielo abierto porque no tenemos miedo. A cielo abierto, con el corazón abierto a la promesa del Padre. Todos reunidos, todos aquellos que profesamos que Jesús es el Señor", afirmó.
El Pontífice recordó que la misión de los discípulos de Jesús es anunciar la Buena Nueva del Evangelio a todos los pueblos y que la paz es posible. Esto, afirmó, "es posible si estamos en paz entre nosotros" los cristianos, pero no lo será si "acentuamos las diferencias y estamos en guerra entre nosotros".
El Papa señaló que "es obvio que tenemos diferencias, pero deseamos ser una diversidad reconciliada". En ese sentido, recordó que la Renovación Carismática Católica, a la que llamó "una corriente de gracia del Espíritu", "nació ecuménica porque el Espíritu Santo es el que crea la unidad".