MADRID,
El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, animó a pedir en esta fiesta de Pentecostés la venida del Espíritu Santo sobre cada uno de los miembros de la Iglesia, para que movidos por Él, renueven sus corazones y cambien el mundo.
"Necesitamos renovarnos desde dentro. Las heridas hondas no se curan con un parche, tienen que cicatrizar de dentro afuera. Nuestro corazón necesita una fuerza renovadora que desde dentro le vaya renovando", afirmó en su carta semanal titulada "Pentecostés, ven Espíritu Santo".
Mons. Fernández recordó que "Dios tiene el proyecto de hacerlo todo nuevo" y que "ni el pecado, ni la corrupción ni el odio son la última palabra". Por ello, afirmó, la Iglesia clama la venida del Espíritu Santo para que renueve a los hombres desde dentro y así renueve la sociedad, la convivencia y el mundo entero.
"La acción del cristiano y del apóstol seglar tiene que recibir del Espíritu Santo el vigor necesario para afrontar esa renovación que nuestro mundo necesita. 'Padecer' el amor de Dios, ser movidos por el Espíritu Santo es lo que hará que el mundo cambie, porque previamente ha cambiado nuestros corazones", aseguró.
El Obispo de Córdoba explicó que el Espíritu Santo es "la tercera persona del único Dios". "El Dios que nos ha revelado Jesucristo no es un ser solitario y aburrido, sino una familia de tres personas que viven la mismísima vida. El Padre ha engendrado a su Hijo único en el amor del Espíritu Santo".
"Felices desde siempre y para siempre –señaló–, se han compadecido de nosotros pecadores que no sabemos usar bien la libertad que Dios nos dio en la creación".