BUENOS AIRES,
"Cuanto más trabajé con ellos, cuanto más los conocí, más empecé a quererlos como familia y podía ver con más amor y con menos frustración las cosas que ellos hacían", manifestó Joseph Kervick, voluntario del Hogar San Martín de Tours, en San Rafael, Argentina.
En este lugar viven personas postradas, con dificultades fìsicas, psíquicas y mentales. El relato de los voluntarios del Hogar San Martín de Tours, da cuenta que aquí hay felicidad, amistad, brazos abiertos y el lugar es una verdadera escuela de humildad.
El hogar fue creado por el Instituto del Verbo Encarnado (IVE) hace 23 años y acoge en forma gratuita a alrededor de 100 niños, jóvenes, adultos y ancianos con enfermedades mentales y dificultades físicas, leves, moderadas y severas.
La labor diaria es difícil y agotadora pero con una buena administración de los recursos económicos y humanos, más el apoyo de entusiastas voluntarios, se logra cumplir con la misión de "constituir una familia" para quienes han sido abandonados o cuyas familias de origen no tienen cómo sostenerlos y cuidarlos.
El hogar se distribuye en pabellones de acuerdo a las patologías que padecen los residentes. Sus nombres son: Familia Sagrado Corazón, Familia Ángeles Custodios o llamados también "Angelitos" y Familia San Vicente de Paul. También, se encuentra la Familia San Juan Bosco destinada a niños y jóvenes de familias vulnerables.