VATICANO,
El Papa Francisco animó a los sacerdotes jóvenes a "abrirse a las sorpresas de Dios", a servirse de su creatividad para la evangelización y les recordó que su trabajo no es un trabajo burocrático, sino que "ser sacerdote es jugarse la vida por el Señor".
El Santo Padre realizó esta enseñanza en la audiencia que concedió en el Palacio Apostólico Vaticano a los participantes en la Plenaria de la Congregación para el Clero.
En su discurso, el Pontífice reflexionó sobre la nueva Ratio Fundamentalis, documento aprobado por la Congregación para el Clero en diciembre de 2016 en el que se determinan una serie de normativas sobre la formación de los sacerdotes católicos.
Francisco recordó que "este documento habla de una formación integral capaz de incluir todos los aspectos de la vida, indicando de ese modo el camino para formar al discípulo misionero".
En este sentido, destacó dos aspectos: "la fascinación por la llamada y la exigencia desafiante que ello comporta". En concreto, trasladó sus pensamientos a los sacerdotes jóvenes, que "viven entre el entusiasmo de los primeros proyectos y el ansia por la labor apostólica, en la cual se sumergen con un cierto temor que es signo de sabiduría".
Los sacerdotes jóvenes, dijo, "sienten una profunda alegría y la fuerza de la unión recibida, pero su espalda comienza a cargarse gradualmente por el peso de la responsabilidad, de los numerosos compromisos pastorales y de las expectativas del Pueblo de Dios".