GÉNOVA,
En la homilía de la Misa en la Gran Plaza Kennedy de Génova (Italia), el Papa Francisco instó a los cerca de 75 mil fieles a no "fosilizarse" en temas que no son centrales para la vida cristiana, sino a dedicarse totalmente a la "urgencia de la misión" evangelizadora que Cristo ha encomendado.
"Como para los discípulos de los orígenes, nuestros lugares de anuncio son las calles del mundo: y sobre todo allí que el Señor espera ser conocido hoy. Como en los orígenes desea que el anuncio sea llevado con su fuerza: no con la fuerza del mundo, sino con la fuerza límpida y suave del testimonio alegre. Esto es urgente. Pidamos al Señor la gracia de no fosilizarse sobre cuestiones no centrales, sino de dedicarse plenamente a la urgencia de la misión", indicó el Pontífice a la multitud reunida, pasadas las 5:00 p.m. (hora local).
Además, pidió dejar atrás "las murmuraciones y las fingidas discusiones de quien se escucha solo a sí mismo" para "trabajar eficazmente por el bien común y la paz".
"Vamos a jugar con coraje, convencidos de que hay más alegría en dar que en recibir. El resucitado y Señor siempre intercede por nosotros, que Él sea la fuerza de nuestra marcha, el valor de nuestro caminar", añadió.
Asimismo, Santo Padre aseguró que Jesús, en "un acto de suprema confianza", "cree en nosotros más de lo que creemos en nosotros mismos".
Afirmó que el Señor nos envía a anunciar la Buena Nueva "a pesar de nuestras faltas" y aunque sepa que nunca "será perfecto". Sin embargo, explicó que para Jesús "es muy importante que pronto superemos una gran imperfección: la cerrazón".