GÉNOVA,
En el marco de su viaje apostólico a Génova, en Italia, el Papa Francisco almorzó con cerca de 130 personas, entre pobres y reclusos.
El almuerzo se realizó en la “Sala del Caminetto” del Santuario de Nuestra Señora de la Guardia.
Entre los cerca de 130 asistentes se encontraban 11 presos de dos cárceles de Génova, 5 de la cárcel de Marassi y 6 de la cárcel de Pontedecimo. Junto a ellos numerosas personas pobres y sin hogar, así como migrantes, asistidos por diversas organizaciones de la Iglesia.
De acuerdo a Radio Vaticano, el Papa compartió con los asistentes platos típicos de la tradición genovesa, preparados por la Cooperativa Social “San Jorge de la Guardia”.
Desde sus orígenes, que se remontan hasta el siglo XVI, el Santuario de Nuestra Señora de la Guardia es conocido por atender a los pobres de la región.
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