VATICANO,
Durante la catequesis pronunciada en la Audiencia General de este miércoles en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Papa Francisco invitó a los fieles congregados a dejarse guiar por Jesús en su "terapia de esperanza", como hicieron los discípulos de Emaús.
La catequesis del Papa se centró en los discípulos que, tras la crucifixión de Jesús, se volvieron a sus hogares en una pequeña aldea, Emaús, decepcionados. Ese camino de Emaús se convirtió en un camino de esperanza cuando el Señor se les apareció.
"El encuentro entre Jesús y los dos discípulos de Emaús es un encuentro rápido, pero en él residió todo el destino de la Iglesia", aseguró el Santo Padre.
Francisco explicó que los discípulos de Emaús "cultivaban una esperanza solo humana que había resultado destrozada". Antes de la Pascua, antes de la Cruz, estaban "llenos de entusiasmo, convencidos de que aquellos días iban a ser decisivos para ellos y para todo el pueblo".
"Jesús, al cual habían confiado toda su vida, parecía que iba a enfrentarse a la batalla decisiva, que iba a manifestar toda su potencia tras un largo período de preparación. No fue así". Su esperanza "era una esperanza humana".
Fruto de esa decepción, y del miedo a la persecución, los dos huyen de Jerusalén: "Aquella Pascua, que debería haberse convertido en el canto de la liberación, se había transformado en el día más doloroso de sus vidas".