VATICANO,
El Papa Francisco se encontró este lunes con los obispos italianos en el marco de su asamblea plenaria que elegirá a un nuevo Presidente y con quienes dialogó en privado.
Luego de la oración introductoria, el Santo Padre agradeció al actual líder de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) y Arzobispo de Génova, Cardenal Angelo Bagnasco, "por el servicio de Presidente y por la paciencia que ha tenido conmigo".
"No es fácil trabajar con este Papa, pero puedo decir que nos queremos", bromeó el Pontífice.
El Papa, que irá a la sede del Cardenal Bagnasco el próximo sábado 27 de mayo, siguió con las bromas con él y le dijo: "ahora me da miedo cuánto me hará pagar por el ingreso a Génova".
Francisco dijo luego a los obispos que prefirió entregarles el texto que había preparado para la ocasión porque después de "leerlo y releerlo me di cuenta que es más una meditación" por lo que "decidí dejárselo a ustedes, para que lo lleven y lo mediten. Es un servicio".
Es un texto "hecho con la voluntad de ayudar a la Conferencia Episcopal a seguir adelante y dar más frutos". En él el Pontífice hace una reflexión sobre la necesidad de que los obispos vivan la apertura a los dones del Espíritu Santo.