VATICANO,
En un nuevo Regina Coeli, el Papa Francisco invitó a amar al prójimo con la ayuda del Espíritu Santo y a vencer los egoísmos y las rivalidades, obra del demonio que con sus garras engaña.
"Todos los días se debe aprender el arte de amar, todos los días se debe seguir con paciencia la escuela de Cristo, con la ayuda de su Espíritu", afirmó el Papa en la Plaza de San Pedro.
Ante miles de fieles, Francisco explicó que el Evangelio lleva a la Última Cena de Jesús con sus discípulos en la que promete "otro paráclito". "Él, resucitado y glorificado, mora en el Padre y, al mismo tiempo, viene a nosotros en el Espíritu Santo".
"El amor a Dios y al prójimo es el más grande mandamiento del Evangelio, El Señor hoy nos llama a corresponder generosamente a la llamada evangélica al amor, poniendo a Dios en el centro de nuestra vida y dedicándonos al servicio de los hermanos, especialmente a los más necesitados de ayuda y consuelo".
El Pontífice reconoció que "si hay una actitud que no es fácil, que se da por desconectado para una comunidad cristiana es la de saber amar, quererse bien en el ejemplo del Señor y con su gracia".
Pero "a veces los contrastes, el orgullo, las envidias, las divisiones dejan marca también sobre el rostro hermoso de la Iglesia".