VATICANO,
El Estado de la Ciudad del Vaticano y la Santa Sede están incrementando sus medidas de vigilancia y de prevención para evitar delitos financieros, según indica el informe anual de la Autoridad de Información Financiera (AIF), presentado este martes en el Vaticano.
Según afirma el informe, el año 2016 se ha caracterizado "por un continuo incremento de la actividad de vigilancia y de reglamentación" para evitar delitos financieros como la evasión de impuestos o el lavado de dinero.
Fruto de este incremento de la vigilancia, en 2016, la AIF transmitió 22 informes sobre potenciales casos de lavado de dinero a la Oficina de Promoción de la Justicia, respecto a los 17 informes remitidos en 2015. Fraude, evasión fiscal, apropiación indebida y corrupción son los principales delitos identificados.
Además, en ese año, la AIF suspendió 4 transacciones y operaciones por un valor de más de 2 millones de euros, y bloqueó una de forma preventiva por valor de más de 1 millón de euros.
También las medidas de prevención han dado sus frutos. El número de señalizaciones de actividad sospechosa recibidas en 2016 es de 207, frente a las 544 de 2015. Por lo tanto, el número de señalizaciones han disminuido respecto a 2015.
Esta estabilización se debe a diferentes factores interrelacionados, debido, entre otras cosas, a la adopción de mecanismos de control más eficaces por parte de los entes vigilados por la AIF. En 2016, el único ente puesto bajo vigilancia ha sido el Instituto para las Obras de Religión.