VATICANO,
Durante la Misa celebrada el jueves en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, el Papa Francisco exhortó a los cristianos a no cerrarse en sí mismos, a salir fuera y dejarse llevar por el Espíritu para profundizar en la fe, porque "cuando el pueblo de Dios se detiene, se vuelve prisionero en un establo, como un asno que no comprende, no va adelante, no profundiza en la fe, no purifica el alma".
En su homilía, el Santo Padre habló de las plenitudes de los tiempos. Aunque no menciona la primera, que es la encarnación del Hijo de Dios, el Papa se refiere a la segunda que se producirá cuando ocurra la segunda venida de Cristo; y la tercera sería la plenitud personal de cada cristiano que tendrá lugar cuando nos encontremos cara a cara con Dios.
"Dios se dio a conocer en la historia. Su salvación tiene una gran y larga historia", afirmó. "La salvación de Dios está en camino hacia la plenitud de los tiempos".
Se trata de "un camino con santos y pecadores". El Señor "guía a su pueblo por ese camino en el que hay momentos buenos y momentos malos, libertad y esclavitud, pero guía al pueblo hacia la plenitud".
Para guiarnos, se sirve del Espíritu Santo, que "nos hace recordar y comprender el mensaje de Jesús". En ese camino, la Iglesia "va delante con muchos santos y muchos pecadores. Mediante la gracia y el pecado, la Iglesia va a delante".
Se trata de un camino en el que "comprendemos, profundizamos en la persona de Jesús, en la fe, en la moral y en los mandamientos". De esa manera, cosas que "durante un tiempo eran normales, que ni siquiera se consideraban pecado, hoy son pecado mortal".