ROMA,
Mons. Liberio Andreatta, Administrador delegado de la Obra Romana de Peregrinaciones, compartió algunos recuerdos de sus diálogos con Sor Lucía, una de las videntes de la Virgen de Fátima.
El 9 de mayo, durante un encuentro con la prensa en Roma, Mons. Andreatta relató que "me he encontrado al menos tres o cuatro veces con Sor Lucía y cada vez le hice algunas preguntas sencillas. Por ejemplo: 'cuando la Virgen les pedía rezar por la conversión de Rusia, ¿qué cosa pensaban?' Y ella (respondía): 'Pensábamos que era una mujer de mala vida y rezábamos por ella. No sabíamos que existía una nación con ese nombre'".
Al momento de las apariciones de la Madre de Dios en Fátima en 1917, Lucía tenía 10 años, mientras que Jacinta y Francisco tenían 6 y 9 años respectivamente. Los pequeños eran pastores de ovejas.
"De los encuentros con Sor Lucía, lo más fascinante era que a pesar de su edad, ella tenía un ánimo de niña, un candor y una simplicidad increíble", prosigue el sacerdote.
Sor Lucía, que falleció en el año 2005 a los 97 años, también le contaba al presbítero italiano cosas como "el miedo que tuvieron con la visión del infierno –estaban aterrados– y cuando el alcalde los amenazó con lanzarlos al aceite hirviendo".
"Ellos con estas apariciones sentían una fuerza y un aliento con el que habrían afrontado cualquier cosa. Tenían dentro una fuerza explosiva… pero nunca quiso hablar conmigo de los secretos".