VATICANO,
No se trata de demostrar la existencia de Dios, porque Dios es la certeza desde la cual la ciencia parte. Así lo indicó el hermano jesuita Guy Consolmagno, director de la Specola Vaticana (Observatorio Vaticano), al hablar de la finalidad de la astronomía.
"Dios no es el final al que llegamos por medio de nuestra ciencia, es lo que asumimos en el comienzo", señaló durante una rueda de prensa organizada en la Santa Sede para presentar el Congreso Científico Astronómico "Agujeros Negros, Ondas Gravitacionales y Singularidades del Espacio-Tiempo", que se celebra en el Vaticano hasta el próximo viernes 12 de mayo.
Durante su exposición ante los medios de comunicación, el director del Observatorio Vaticano reconoció que le preocuparía estar ante "un Dios que pueda ser probado por la ciencia, porque conozco la ciencia lo suficiente como para no confiar en ella".
"Un ateo podría asumir algo muy diferente, y tener una visión muy diferente del universo, pero podemos hablar y aprender unos de otros. La búsqueda de la verdad nos une".
El hermano Consolmagno recordó que "el Observatorio Vaticano se fundó en 1891 por iniciativa del Papa León XIII para mostrar que la Iglesia patrocina una ciencia positiva, y para hacerlo tenemos que tener buena ciencia".
"Aquellos de nosotros que somos religiosos reconoceremos la presencia de Dios, pero no tienes que dar un salto teológico para buscar la verdad", explicó. "Hay muchas cosas que sabemos pero que no comprendemos. No podemos ser buenos creyentes o científicos si pensamos que nuestro trabajo ya se ha cumplido".