VATICANO,
El Papa Francisco quiso dejar claro en su homilía en Santa Marta que el que mueve la Iglesia es el Espíritu Santo e invitó a pedir discernimiento para saber las cosas que vienen de Dios y las que vienen del demonio.
"El Espíritu es el don de Dios, de este Dios, Padre nuestro, que siempre nos sorprende. El Dios de las sorpresas", afirmó. "Es un Dios vivo, un Dios que vive en nosotros, que mueve nuestro corazón, un Dios que está en la Iglesia y camina con nosotros y en este camino nos sorprende siempre".
El Pontífice explicó que "ha tenido la creatividad de crear el mundo, de crear cosas nuevas todos los días. El Dios que nos sorprende".
Comentando las lecturas de la liturgia del día, recordó cómo los discípulos se enfadaron porque supieron que "también los paganos habían acogido la palabra de Dios".
"Siempre, desde tiempo de los profetas hasta hoy, existe el pecado de resistir al Espíritu Santo: la resistencia al Espíritu", dijo el Papa para recordar después el salmo que dice: "no endurezcáis vuestro corazón como vuestros padres".
"Lo que el Señor quiere es que haya otros pueblos, que no pertenecen, pero que sean un solo rebaño y un solo pastor". Y cuando los paganos se convertían al cristianismo, "eran considerados creyentes de segunda clase".