MADRID,
Con motivo de la Jornada Mundial de las Vocaciones, que se celebra el domingo 7 de mayo, el Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, recordó la dimensión misionera de la vocación, porque es un don del Espíritu Santo y uno no ha recibido los dones "para guardárselos, sino para llevarlos a los demás".
Según apuntó el Obispo de Córdoba en su carta semanal, los jóvenes que descubren la llamada de Dios para consagrarse a Él totalmente, suelen hacerlo cuando entran en contacto con los más necesitados, "porque ahí detrás está el Señor esperándole para llamarle a su seguimiento radical".
Ante la falta de vocaciones, Mons. Fernández afirmó "debemos todos, especialmente los consagrados, religiosos y sacerdotes, también el obispo, hacer examen de conciencia y preguntarnos: ¿Con la vida que yo llevo, alguno puede sentirse llamado a seguir al Señor?".
El lema de esta Jornada Mundial por las Vocaciones, que la Iglesia celebra este domingo 7 de mayo, es "empujados por el Espíritu: Aquí estoy, envíame".
Un lema que recuerda que "toda vocación es un don del Espíritu Santo y a Él hemos de pedir insistentemente que envíe trabajadores a su mies, especialmente personas consagradas de por vida a la misión".
"Uno no ha recibido los dones de Dios para disfrutarlos él solo o para guardárselos, sino para llevarlos a los demás", afirmó.