VATICANO,
Dos padres de familia, Lucien Botovasoa y Alessandro Nottegar, han dado pasos adelante en su camino hacia la santidad, después de que el Papa Francisco reconociera el martirio del primero y las virtudes heroicas del segundo.
El Santo Padre se reunió en el Vaticano durante la mañana del jueves con el Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, Cardenal Angelo Amato, y firmó ambos decretos.
Lucien Botovasoa nació en Madagascar en 1908 en una familia con nueve hermanos. Cuando tenía 14 años recibió el Bautismo y la Primera Comunión. Completó su educación en el Colegio San José de Fianaratsoa donde luego ejerció como instructor.
Se casó el 10 de octubre de 1930 con Susana Soazanna. Tuvieron 5 hijos. En 1935 entró en el grupo de los Cruzados del Corazón de Jesús, sin embargo, sentía que su camino de búsqueda vocacional aún no había finalizado. Así, encontró la Orden Tercera de San Francisco.
A lo largo de su vida, se esforzó por servir a Dios según los preceptos del Evangelio. Sus frecuentes plegarias, ayunos, su forma austera de vestir generó la incomprensión de muchas personas, incluso en su propio entorno familiar y de amistades.
En 1947, en el contexto del proceso de independencia de Madagascar, estallaron numerosas revueltas violentas en la isla. En muchas ciudades de Madagascar se registraron masacres por motivos políticos y religiosos. Su negativa a posicionarse políticamente le ocasionó graves problemas. Finalmente el jueves 17 de abril de ese año fue detenido en su casa y decapitado.