MADRID,
El P. Ibrahim Alsabagh contó su experiencia en Siria y subrayó la importancia de los cristianos en la reconstrucción del país, insistió en que "el gran desafío de Siria es la reconciliación" y aseguró que "si Jesucristo ha resucitado y ha vencido la muerte y al mal, significa que también puede hacer lo mismo por Siria".
El sacerdote franciscano Ibrahim Alsabagh vive en Alepo (Siria) y ha publicado el libro "Un instante antes del alba. Crónicas de guerra y de esperanza desde Alepo" en el que cuenta cómo ha vivido los últimos años de la guerra en Siria.
En la rueda de prensa de presentación en Madrid (España) el religioso y sacerdote pidió "poner en el centro el centro el sufrimiento de las personas" y recordó la importante aportación de los cristianos a la reconstrucción de Siria, a pesar de ser una minoría.
Según explicó el sacerdote, este libro fue escogido para ser leído durante las comidas en los últimos ejercicios espirituales del Papa Francisco y la curia. "El Papa le dijo al predicador franciscano que en algunos momentos no había podido tragar el bocado, por el gran sufrimiento que están teniendo en Alepo", aseguró el P. Ibrahim.
En una entrevista concedida a ACI Prensa, el P. Ibrahim explicó que "lo que vemos con los ojos del cuerpo, con la lógica y la sabiduría humana es que la guerra es larga y que no se acabará fácilmente. Es un país destruido, sin recursos y dañado".
Sin embargo hizo un llamamiento a la esperanza porque "lo que vemos con la óptica de la fe, en donde siempre hay esperanza, es que si Jesucristo ha resucitado y ha vencido la muerte y al mal, significa que también puede hacer lo mismo por Siria. Por eso no perdemos la esperanza de que se pueda vivir en paz en Siria".