ROMA,
El Coliseo de Roma, lugar de martirio para los primeros cristianos, fue el escenario del Via Crucis de Viernes Santo presidido por el Papa Francisco.
El Cardenal Agostino Vallini, Vicario del Papa para la diócesis de Roma, portó la cruz al inicio. Después, fieles de distintas nacionalidades se fueron turnando en cada estación.
La biblista francesa Anne-Marie Pelletier fue la encargada de la preparación de las meditaciones de este año, quien ha introducido algunas novedades.
Por ejemplo, la segunda estación fue "Jesús es negado por Pedro", la tercera "Jesús y Pilato", la séptima "Jesús y las Hijas de Jerusalén", y la decimocuarta "Jesús en el sepulcro y las mujeres".
"La hora ha llegado. El caminar de Jesús por los caminos polvorientos de Galilea y Judea al encuentro de los que sufren en su cuerpo y en su corazón, empujado por la urgencia de anunciar el Reino, ese caminar suyo termina hoy, aquí. En la colina del Gólgota. Hoy la cruz cierra el camino. Jesús no irá más allá. Imposible andar más allá", se indicó en la introducción.
Las meditaciones elaboradas por la biblista francesa siguieron el camino de Jesús hacia el calvario. En ellas se reflexionó sobre el significado de las caídas, de las humillaciones, del abandono sufrido por Jesús.