VATICANO,
El Papa Francisco celebró la "Messa in Coena Domini" con el rito del lavatorio de los pies en la prisión de Paliano, en la provincia de Frosinone y diócesis de Palestrina, a unos 70 kilómetros de Roma.
"Jesús sabía que iba a sería traicionado por Judas. Habiendo amado a los suyos, Dios ama así, hasta el final. Y da la vida por cada uno de nosotros y se orgullece de esto y quiere esto porque Él es amor, amar hasta el final, que no es fácil porque todos nosotros somos pecadores tenemos defectos límites… todos sabemos amar, pero no somos como Dios nos ama. Sin mirar las consecuencias, hasta el fin", dijo el Papa en la breve homilía que pronunció de forma improvisada.
Como ya informó el Vaticano en su día, la visita del Pontífice tuvo un carácter estrictamente privado y no hubo imágenes para proteger la intimidad de los detenidos.
A las 15 horas de Roma, el Papa Francisco dejó su residencia, la Casa Santa Marta, para acudir a esta prisión. A su llegada, una hora más tarde, fue acogido por la directora y por el capellán, el P. Luigi Paoletti y luego se desplazó hasta la Plaza de Armas donde saludó al personal que trabaja en la prisión.
Tras el breve encuentro, el Pontífice se trasladó hasta la sala llamada "Unidad de Italia", donde se encontró con 58 detenidos "colaboradores de la justicia", es decir, que en su mayoría han participado en actividades de crimen organizado y han ayudado a esclarecer delitos vinculados usualmente a las mafias. La figura de colaborador de la justicia en Italia no exime a la persona de una pena de cárcel, como sí ocurre en otros países.
Otros 2 detenidos, un hombre y una mujer, le encontraron de manera separada ya que se encuentran en régimen de aislamiento, al igual que otras 8 personas enfermas de tuberculosis a los que saludó a continuación.