BUENOS AIRES,
Entre el 5 y 10 de abril se realizó la vigésima edición del Vía Crucis más largo del mundo donde unas 200 personas cruzaron en bicicleta y automóvil, la diócesis de Formosa en el norte de Argentina.
El Vía Crucis formoseño de 2017 llevó por lema "Por el camino de la cruz seamos constructores de la paz" y recorrió 512 kilómetros, de este a oeste por la Ruta Nacional 81, al límite con Paraguay.
La travesía iniciada en 1997 por el primer Obispo de Formosa, Mons. Marcelo Scozzina, consiste en recorrer el territorio diocesano haciendo paradas en catorce estaciones distinguidas por una cruz con el objetivo de que cada estación recuerde la historia de Formosa, "va recordando la historia de dolor y de sangre", explicó a ACI Prensa el P. Marcelo Araujo, miembro de la organización.
"Pero, esa historia la vemos con una mirada nueva, no nos quedamos en el pasado doloroso sino con un cambio de mentalidad, como constructores de una nueva civilización. Por eso el lema que Mons. Scozzina propuso es 'Por la Cruz a la luz' y cada año se complementa con otro mensaje", agregó el sacerdote.
Las intenciones que presenta la comunidad van desde los conflictos sociales de otros países así como los problemas locales dados por las recientes inundaciones en Argentina o "para que los lugareños puedan salir del espiral de violencia y ser constructores de paz".
De esa forma, la caravana compuesta por 100 peregrinos en bicicleta se reunió el 5 de abril en la plaza San Martín, ciudad de Formosa, mientras que dos días después lo hicieron unos 15 vehículos.