VATICANO,
El Papa Francisco comenzó su visita a la ciudad italiana de Carpi con una Misa en la Piazza Martiri, en la que invitó a salir de los sepulcros de la tristeza y la desesperanza para tomar el camino del Señor, que es la resurrección y la vida".
"Las lecturas de hoy no hablan del Dios de la vida, que vence a la muerte", comenzó explicando en esta visita a Carpi, golpeada por un fuerte terremoto en 2012.
Francisco comentó el Evangelio del día de la resurrección de su amigo Lázaro. "En medio de la desolación general por la muerte de Lázaro, Jesús no se deja transportar por el desconsuelo". "Sufriendo Él mismo, pide que se crea firmemente, no se encierra en el llanto, sino que, conmovido, se pone en camino hacia el sepulcro".
En este sentido, Francisco afirmó que en la vida existen dos vías: "quedarse mirando melancólicamente los sepulcros de ayer y de hoy, o hacer que se acerque Jesús a nuestros sepulcros".
"Cada uno de nosotros tiene ya un pequeño sepulcro, alguna zona muerta dentro del corazón: una herida, un mal recibido o hecho, un rencor que no da tregua, un remordimiento que regresa, un pecado que no se consigue superar".
"Es extraño, pero a menudo preferimos estar solos en las grutas oscuras que tenemos dentro antes de invitar en ellas a Jesús. Somos tentados a buscarnos siempre a nosotros mismos, profundizando en la angustia, lamiéndonos las llagas antes que ir a Él".